
Etapas de la maternidad
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Hola chicas 🌸✨
Hace un tiempito no me paso por aquí y no es por falta de amor, ¡es que ser mamá es un caos hermoso! 💕 Todos los días recibo mensajes de mamás preocupadas por la lactancia, el embarazo, el parto, las máquinas… y yo pienso: wow, yo también estuve en esos zapatos. En ese entonces me decía: “¿pero por qué algo tan natural parece tan complicado?”. Con el tiempo entendí que la maternidad tiene esa magia: cada etapa es un caos distinto, uno que nos roba energía pero que también nos la devuelve de formas inesperadas.
Ya mis batallas no son con los pañales olvidados ni con los pezones adoloridos. Ahora mis guerras son con el tiempo ⏰. Entre la escuela, las clases de piano, las de arte y las prácticas de soccer… ¡siento que vivo en Uber permanente! Y todo esto mientras soy mamá de dos, trabajo full time y tengo un negocio que crece conmigo. Hay días en los que de verdad pienso: “¿cuándo acaba este corre y corre?” 🙃. Y sí, a veces me descubro deseando que crezcan rápido para tener un respiro… pero basta una noche de películas en la cama, con ellos acurrucados a mi lado, para que se me rompa el corazón de pensar que estos momentos no son eternos.
Porque ser mamá es así: agotador hasta los huesos, pero también un regalo que nos hace fuertes, sensibles y, sobre todo, conscientes de que cada día nuestros hijos nos necesitan un poquito menos. Y entonces esos besos y abrazos que antes eran infinitos, se vuelven tesoros que valoramos con todo el alma.
Cada día nuestros niños crecen. Y con ellos, crecemos nosotras. Quedarán atrás las desveladas, la lactancia, el postparto, los días de caos y lágrimas. Todo se transformará en recuerdos que, aunque a veces duelan de cansancio, serán la base de la vida de nuestros hijos. 💫
Así que, mamá, cuando sientas que ya no puedes más, respira profundo y elige reaccionar con amor —aunque cueste—. Recuerda: el tiempo no pasa en vano. 🌷
Mamá, lo estás haciendo fenomenal. Eres luchadora, eres imparable. Valida tus emociones, permítete sentir cansancio y frustración, pero nunca olvides mirarte al espejo y reconocer a esa mujer maravillosa que siempre soñaste ser. Porque sigue ahí, en ti. Y aunque a veces se esconda detrás del desorden, la rutina y el cansancio… nunca deja de brillar. 🌟